Nadie lo sabe mejor que José Ramón Recalde, que ahora hace diez años se encontró una noche con el negro agujero del cañón de una pistola que disparó contra su cabeza.
Afortunadamente, hoy lo puede contar, pero con dificultades, pues la bala entró por su mejilla izquierda y atravesó su boca.
Viejo luchador contra la dictadura franquista, que le torturó y encarceló, tuvo que enfrentarse, también, al totalitarismo etarra y al de sus acólitos. En esta trayectoria de lucha le ha acompañado su esposa , que vió su librería "Lagun" atacada, primero por la ultraderecha franquista, y luego por la "kale Borroka" del nacionalismo radical. Ya se sabe que todos los totalitarismos son iguales y tienen aversión a los libros.
A pesar de su boca destrozada, Recalde ha hablado claro estos días.Para él, la organización terrorista "siempres dice que tiende la mano,pero con la pistola por delante", así que rechaza el diálogo y la negociación con ETA, pues estas tareas se realizan en Euskadi y en el resto de España, como en todas las democracias, en un Parlamento, con respeto a las ideas que se expresan con libertad.
No está dispuesto a aceptar el enésimo chantaje de ETA, y no ve ninguna disposición en esta organización a reconocer que asesinó a más de 900 personas para imponer su proyecto político.Muy al contrario, tienen la desfachatez de decir , junto a su brazo político, que quieren iniciar un "proceso democrático" para traernos la "paz", pues , en su delirio, pretenden que están en guerra, y, por tanto, hay dos bandos beligerantes ,España y ETA, que tienen que negociar cediendo algo cada parte, y que ellos nos ofrecen la "paz" si nos avenimos a unos "minimos democráticos" y les damos lo que pidan.
Recalde lo dice claro:"No hay dos interlocutores para construir la democracia. Sólo existen los que la defienden y los que atentan contra ella".
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